Los niños necesitan ser elogiados, porque les resulta muy difícil alcanzar sus metas sin motivación.
Si los padres dejan a sus hijos sin recompensas incluso después de un gran éxito, entonces el niño puede dejar de esforzarse por alcanzar logros.
Sin embargo, es importante saber cuándo parar. Los elogios excesivos no pueden dañar a un niño peor que ningún elogio.
Algunos padres elogian a sus hijos incluso por acciones que son evidentes.
Hay madres y padres que admiran a su hijo y le hacen regalos por limpiar el cuarto, hacer los deberes, buen comportamiento en las visitas, etc. Ésta es una muy mala estrategia.
¿Por qué los elogios por cualquier motivo son muy peligrosos?
Un niño "sobrevalorado" puede no desarrollar los mejores rasgos de carácter: arrogancia, egoísmo, autoestima inflada.
Pero los problemas se harán sentir incluso si los elogios excesivos no vuelven al niño arrogante.
Un bebé que es admirado por cualquier motivo se volverá dependiente de esta forma de recompensa.
El niño simplemente no podrá realizar las acciones más ordinarias sin la promesa de una recompensa.
Por tanto, no se debe premiar a un niño o una niña por las actividades cotidianas y por su comportamiento adecuado.
Es necesario que el niño pueda comportarse correctamente "así", sin elogios ni regalos.
Anteriormente, los expertos dijeron cómo enseñar a un niño a pensar críticamente.