No se pueden ignorar las quejas de un niño sobre sus profesores y compañeros de clase. En cualquier caso, la reticencia a ir a la escuela es una señal de alerta.
Sucede que solo necesita un poco de ayuda para ayudar a su hijo a afrontar las dificultades. Y a veces es mejor no arriesgarse y buscar otra institución educativa.
Los expertos nos dicen exactamente cuándo es necesario cambiar una escuela.
En primer lugar, si un niño no tiene intereses ni amigos, no comparte sus impresiones, etc. Primero debes hablar con el maestro y luego tomar una decisión.
En segundo lugar, cuando todo va bien con el rendimiento académico, pero al niño no le interesan las clases, esto también está mal.
En general, se recomienda seleccionar una escuela donde el nivel de conocimientos coincida con las capacidades del niño.
En tercer lugar, si los métodos son estrictos, los requisitos son altos, pero no se da aprendizaje. Existe el riesgo de que en semejante atmósfera el niño se sienta como un paria.
En cuarto lugar, no se puede ignorar el acoso. Incluso un boicot aparentemente inofensivo tiene un impacto grave en la psique.
En quinto lugar, si hay "jóvenes dorados" estudiando en la escuela, pero no puede proporcionarle a su hijo un nivel similar: gadgets, ropa de marca y otros "valores". En tal situación, es mejor no experimentar.
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