Muchos asocian la era soviética con escasez, falta de libertad de expresión y otras privaciones.
Pero hay que admitir que la educación, la medicina y los servicios sociales de aquella época eran los mejores. Y las personas criadas por abuelas soviéticas lograron todo gracias a su propio trabajo.
Los niños sabían lo que era la disciplina, la paciencia y el trabajo, y crecieron hasta convertirse en personas inteligentes y alfabetizadas.
Los expertos nos dijeron qué métodos de criar a las abuelas soviéticas no harían daño hoy.
Disciplina
Todos los escolares soviéticos sabían lo que era la rutina diaria. Se durmió a más tardar a las 22:00, y no sólo porque no tenía un teléfono inteligente o porque tenía prohibido ver la televisión, donde no había nada especial que ver a esa hora.
Incluso el pediatra Benjamín Spock (EE.UU.), amado por muchas amas de casa soviéticas, aconsejó inculcar disciplina a los niños casi desde la infancia.
Los psicólogos modernos están de acuerdo con esta afirmación, pero instan a no permitir excesos.
“Todo será aplastado”
Como dice la sabiduría popular, “la paciencia y el trabajo lo acabarán todo”. Acostumbrados a hacer pajareras, cavar y desyerbar camas, sacar agua de un pozo y ayudar a los adultos de otras formas, los niños prácticamente no se quejaban. “¡Deberíamos hacer clavos con estos... niños!” - podría admirar un poeta famoso.
Y los niños crecieron no sólo trabajando duro, sino que en su mayor parte eran optimistas.
Por cierto, los psicólogos modernos están de acuerdo con la metodología, pero con la misma pequeña salvedad: no vayas demasiado lejos.
Caligrafía
Una hermosa letra no es sólo un homenaje al maestro que revisa los cuadernos. Los niños modernos no comprenden que la escritura fortalece la fuerza de las manos, desarrolla la motricidad, la paciencia y otros rasgos de personalidad que pueden resultar útiles en una futura profesión.
Si preguntas a los psicólogos modernos, te dirán que, entre otras cosas, la caligrafía también contribuye al desarrollo del cerebro. Simplemente no seas perfeccionista.
También se inculcó a los niños el respeto por las generaciones mayores y se les enseñó a ser independientes.
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