Puede resultar difícil para los padres admitir que su hijo es el culpable de una pelea.
Las razones pueden variar. Es necesario descubrirlos. En este caso, la conversación debe desarrollarse en un ambiente tranquilo. No hay necesidad de reprochar, criticar o gritar.
Si la agresión es causada por una crisis de edad, entonces esto debe entenderse, pero no se puede ignorar el problema. Es necesario explicar por qué es imposible pelear, ofender a otras personas, insultar, etc. Es necesario hablar de las consecuencias.
Las familias deben proporcionar un lugar seguro en casa para que el niño se calme.
Al mismo tiempo, es importante hablar constantemente con él, hablar sobre los peligros de tal comportamiento.
También es necesario responder a la agresión. Esto puede ser un comentario. No debe ser ruidoso, pero sí debe tener confianza.
Los expertos recomiendan enseñarle a su hijo frases de control para que pueda pronunciarlas por sí mismo cuando necesite contenerse. Por ejemplo, “advertencia de tormenta”, “esperaremos a que pase la tormenta”, etc.
Además, si un niño ofende a otros niños, los propios padres deben prestar atención a su comportamiento. Es posible que se esté transmitiendo un patrón de conducta poco saludable.
También es importante consultar con un psicólogo infantil para no complicar la situación ni a usted ni al niño.
Anteriormente te contamos cómo construir una relación de confianza con tu hijo.