Deshazte de estas frases para que tu hijo en crecimiento no tenga que deshacerse de actitudes negativas en la consulta del psicólogo.
Las palabras pueden causar daño. Y este daño suele ser más difícil de reparar que cualquier lesión física.
A partir de lo que dicen sus padres, los niños y adolescentes pueden interiorizar rápidamente conceptos y creencias falsas. Para evitar problemas en el futuro, los psicólogos han elaborado una lista de frases que pueden destruir la autoestima de los niños.
"Me decepcionaste"
La frase “Me decepcionaste” puede aumentar el nivel de ansiedad y pisotear la autoestima de un niño.
A su vez, la ansiedad del niño afecta negativamente su percepción de sí mismo y del mundo que lo rodea. Y las frecuentes críticas de los padres provocan el desarrollo de ansiedad en los niños. El círculo está cerrado.
En cambio: incluso en las conversaciones más desagradables, los psicólogos recomiendan criticar las acciones, no la personalidad. En lugar de una frase
“Me decepcionaste” debería decirse: “Me molestó lo que hiciste”. Esto ayudará a establecer un diálogo en lugar de entrar en una dura confrontación.
“Con un carácter así, nadie te amará jamás”
Siguiendo con el punto anterior, esta frase vuelve a criticar a una persona (o cualidades personales), más que acciones o acciones.
El carácter del niño aún se está desarrollando y no es necesario etiquetarlo de antemano como "inadecuado" para una relación e indigno de amor.
Al contrario, intenta inculcarle a tu hijo que el amor hacia él debe ser incondicional (lo que, por supuesto, no le da derecho a comportarse deliberadamente mal. Enséñale a no ir demasiado lejos).
"No puedes hacer nada bien"
La principal actitud que enseña esa frase es la incapacidad de hacer nada bien. Y dado que el niño siempre está atento a las palabras de sus padres, no debería sorprendernos que se comporte en consecuencia.
En lugar de trabajar para mejorar sus habilidades, inconscientemente demostrará que realmente “no puede hacer nada”.
En cambio: cada uno de nosotros tiene fortalezas y debilidades. Haz algo junto con tu hijo y lograrás tus objetivos.
"¡No seas estúpido!"
Si se devalúa la opinión de un niño o se exponen las dificultades que enfrenta, es humillante.
Las consecuencias psicológicas de la vergüenza y la humillación incluyen una disminución de la autoestima y la autoestima.
En cambio: hable con suavidad y no violencia con el niño, no niegue su punto de vista, porque cualquier opinión tiene derecho a existir.
Lamentablemente, muchos padres no se dan cuenta de la gravedad de las palabras y declaraciones negativas hacia sus hijos.
Sé amable con tus hijos, trátalos con respeto y nunca olvides decirles que los amas pase lo que pase.
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