Al criar hijos, es necesario mantener la calma. Incluso en los casos en los que los niños claramente se portan mal.
Las "interrupciones" son inaceptables. Algunos niños temen una reacción demasiado emocional de mamá y papá, otros se acostumbran a los gritos de sus padres y se vuelven completamente incontrolables.
Parecería que en muchas situaciones “educativas” es imposible prescindir de alzar la voz.
De hecho, es muy posible lograr el resultado deseado. Basta con seguir tres reglas simples, y mamá y papá mantendrán la calma incluso en las circunstancias más difíciles.
Los niños están más dispuestos a escuchar a sus padres si no gritan y demuestran confianza en sí mismos.
“Desplazar” correctamente las emociones
Debe comprender que gritarle a un niño en la mayoría de los casos es una liberación de emociones "acumuladas".
En otras palabras, los padres no están tanto insatisfechos con el comportamiento del niño como cansados debido a una gran cantidad de problemas en diversas áreas de la vida. Es solo que la acción del niño fue el colmo.
Es necesario aprender a redirigir las emociones para no dañar al bebé. ¿Quieres gritarle a tu hijo? Recuerde inmediatamente con qué está relacionado esto y posponga la "avería" hasta una fecha posterior.
Y puedes deshacerte de tus emociones practicando deporte o eligiendo algún otro tipo de actividad física.
No exijas que seas un padre perfecto.
Todo el mundo tiene derecho a cometer errores. Incluso mamá y papá.
Necesitas prepararte para esto. Y si eres perfeccionista en la crianza de los hijos, entonces un "colapso" es inevitable.
Anteriormente nombramos 5 cosas importantes que un niño debe aprender antes de los 10 años.