Por mucho que queramos evitarlos, los errores son una parte inevitable de nuestras vidas, y sobre todo muchos de ellos ocurren durante la infancia.
En lugar de verlos como algo negativo, sugerimos tratar los errores como etapas necesarias en el proceso de crecimiento y desarrollo, porque los errores les dan a los niños la oportunidad de explorar el mundo y a sí mismos, y aprender sobre sus fortalezas y capacidades.
Te invitamos a hablar sobre cuál debe ser la reacción correcta de los padres ante los errores de un niño.
En primer lugar, centrar la atención no en los errores, sino en lo que el niño está haciendo bien, y especialmente en el progreso (es decir, en lo que antes no funcionaba, pero ahora funciona muy bien).
En segundo lugar, nunca compare a su propio hijo con otros niños, incluidos hermanos o hermanas.
De esta forma, sólo conseguirás que la autoestima de tu hijo o hija disminuya, se formen complejos y los errores sean percibidos de forma extremadamente dolorosa.
En tercer lugar, si estás a punto de decir algo como “Y te lo dije”, es mejor simplemente permanecer en silencio.
Permita que su hijo cometa errores y aprenda de ellos, mientras adquiere la experiencia de vida necesaria; tal vez esto le permita evitar fracasos mayores en el futuro.
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