La situación de los niños que discuten no es infrecuente: casi todos los niños, tarde o temprano, cuestionan la exactitud de los juicios de sus padres.
Todos los adultos reaccionan de manera diferente ante esta situación.
¿Qué posiciones destacan?
Los padres siempre tienen razón.
En este caso, los adultos ni siquiera pierden el tiempo buscando argumentos y apoyo a su propia postura. Simplemente se “esconden” detrás de su autoridad e invitan al niño a confiar en su experiencia y opinión.
La verdad nace en las disputas.
Los padres más abiertos al diálogo y a la discusión dialogan con sus hijos con alegría y entusiasmo. Con la ayuda de argumentos muestran la exactitud de su posición.
En este caso, el niño comprende lo que está relacionado con tal o cual decisión de los adultos.
¿Qué posición es más correcta?
En el primer caso, los adultos simplemente no le dan al niño la oportunidad de comprender la lógica de sus creencias. Los expertos afirman que los niños inteligentes comprenden rápidamente que esto se debe a la falta de argumentos reales.
El niño se da cuenta de que los adultos en realidad no tienen nada que decir, por lo que evitan la conversación.
La segunda opción parece más razonable. En este caso, no sólo convencerás al niño de que tienes razón, sino que también podrás enseñarle la cultura de llevar a cabo una disputa correcta.
Anteriormente, contamos qué padres dan a luz a los niños más inteligentes .