Mucha gente está acostumbrada a pensar que sólo los padres pueden estar irritables y nerviosos.
Después de todo, la vida adulta está llena de sorpresas desagradables, problemas y otras "pruebas" para el sistema nervioso.
Pero esto es un error.
Los niños pueden tener exactamente las mismas dificultades psicológicas.
¿Por qué el niño se puso nervioso e irritable?
Los expertos creen que, en primer lugar, es necesario analizar la rutina diaria y el ritmo de descanso del niño. Según la edad, existen recomendaciones en cuanto a la duración del sueño.
En la mayoría de los casos, los niños, por supuesto, no lo siguen.
Incluso si los padres logran persuadir a su hijo para que se vaya a la cama temprano, no es nada seguro que realmente vaya a dormir. Algunos niños siguen utilizando teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores.
Por lo tanto, es importante que los padres se aseguren de que nada en su habitación distraiga a los niños del proceso de sueño. Es muy posible que le quiten los aparatos por la noche si el niño no puede resistir la tentación.
También vale la pena analizar la carga. Si el estrés físico y mental es demasiado elevado, es posible que el sistema nervioso no pueda afrontarlo.