En la mayoría de los casos, los padres se horrorizan ante los intérpretes y las letras que sus hijos admiran.
A los adultos les parece que un niño puede formar actitudes y valores incorrectos sólo porque está ocupado escuchando las composiciones "incorrectas".
Por supuesto, a todo el mundo le gustaría que sus hijos escucharan sólo clásicos, pero cada generación tiene sus propios gustos musicales que hay que aceptar.
¿Debería preocuparse si su hijo escucha la música “incorrecta”?
Simplemente encaja en el equipo.
Muchos adultos olvidan que los niños tienen sus propios criterios para unirse a un grupo determinado. Para convertirnos en “uno de los nuestros” y unirnos al equipo, tenemos que compartir los gustos de la mayoría.
Por tanto, para un niño, escuchar a determinados intérpretes es sólo una forma de encontrar amigos.
Recuerdate a ti mismo
Cada generación critica los gustos de sus hijos, considerándolos “peligrosos” y “equivocados”. En la mayoría de los casos, los padres también alguna vez escucharon música que les parecía extraña y desafiante, recuerdan los expertos .
Por lo tanto, no debes preocuparte de antemano.
Tu estas a cargo de la educación
Un niño puede escuchar música sólo porque le gusta la voz del intérprete o el tempo de las composiciones. Esto no significa que perciba todo lo que escucha como un llamado a la acción.
Recuerde que usted, no los artistas, es el encargado de criar a los niños. Todo lo que hayas logrado inculcar en tu hijo determinará el grado de influencia del mundo circundante en su personalidad. Si has completado tu tarea al 100%, entonces no tendrás que preocuparte por nada.
Las prohibiciones sólo alimentan el interés
Es importante recordar que se deben evitar las prohibiciones directas. De lo contrario, el niño encontrará aún más interesante y atractiva la música “incorrecta”.
Esto es especialmente pronunciado en los adolescentes.
Únete a la audición
Es muy posible que no te haya gustado la música sólo porque no tuviste tiempo de evaluarla correctamente. A veces es necesario escuchar los textos con más atención.
Por ello, intenta familiarizarte con los gustos de tu hijo para poder comprender mejor sus intereses, gustos, experiencias y necesidades.