Las palabras pueden doler. Desafortunadamente, algunos padres se olvidan de esto.
Al comunicarte con tus hijos, debes evitar frases peligrosas.
Algunas de estas palabras se perciben erróneamente como correctas desde el punto de vista educativo.
De hecho, las siguientes frases no ayudan a que el bebé mejore. Todo lo contrario.
"Hablaremos en casa"
Al decir esta frase muchas madres esperan que el niño deje de portarse mal en público.
Quizás se logre tal resultado. Pero no debemos olvidar que el niño percibirá las palabras de los padres como una amenaza, y esto está plagado de estrés, miedo y desconfianza.
"¡Comparte juguetes con Vasya!"
El niño debe decidir por sí mismo qué hacer con sus cosas.
De lo contrario, el niño puede llegar a la conclusión de que no tiene derecho a tener su propia opinión, lo que le lleva a dudar de sí mismo y a perder su independencia.
"¡Deja de llorar!"
Esta frase rara vez ayuda a los padres a calmar a su hijo, pero contribuye al sentimiento de culpa del niño.
Además, el niño puede decidir que no tiene derecho a mostrar emociones.
"¡Escucha a tus mayores!"
Este enfoque de la educación debe abandonarse. Sí, a un niño se le debe enseñar que debe ser cortés con la gente.
Pero no siempre es necesario obedecerlos. Nunca se sabe qué tipo de persona encontrará el bebé.
"Pero Masha..."
Nunca le digas a tu hijo o hija que otro niño es mejor que ellos en algún sentido.
Está claro que cada bebé tiene sus propios defectos. Y las cosas no siempre salen bien. Especialmente en los estudios. Pero esta no es razón para humillar a un niño comparándolo con los demás.