Los padres no deben esperar que sus hijos digan siempre la verdad.
Tarde o temprano, todos los padres y madres se enfrentan a las mentiras de los niños.
Si el problema se manifiesta con mucha frecuencia, los padres no deben regañar ni castigar al niño.
Primero debes descubrir qué es exactamente lo que hace que el bebé mienta. Habiendo comprendido el motivo de las mentiras de los niños, la madre y el padre podrán corregir la situación.
El niño fantasea
Quizás estemos hablando no tanto de mentiras como de fantasías.
Es posible que el niño se imagine a sí mismo como el héroe de un cuento de hadas o de una caricatura.
En este caso no hay motivo de preocupación. Lo principal es que el bebé no se sumerge demasiado en el papel.
El niño tiene miedo al castigo.
¿Un colegial rompió un jarrón, pero no quiere admitirlo? Quizás simplemente tenga miedo de ser castigado.
En tal situación, los padres deben pensar si son demasiado estrictos con sus hijos.
El niño no quiere molestar a sus padres.
Es posible que el niño esté preocupado por mamá y papá y, por lo tanto, les oculte tal o cual hecho desagradable.
En tal situación, mentir es una manifestación de cuidado, aunque sea específica.
El bebé sigue el ejemplo de sus padres
Quizás el niño alguna vez escuchó a sus padres decir una mentira a alguien.
Los niños suelen llegar a la conclusión de que “ésta es la forma de actuar”.
El niño quiere afirmarse
Es posible que el pequeño mentiroso busque manipular a la gente.
Por supuesto, los padres deben explicarle al niño que esto no se puede hacer.