Después de la primera semana de clases, algunos niños tienen este problema.
El caso es que en ese momento el niño empieza a darse cuenta de que su vida ha cambiado y también han aparecido determinadas circunstancias.
Todo esto provoca estrés.
La psicóloga Tatyana Vasilkova habló sobre esto con más detalle en una entrevista con Argumentos y hechos .
Con este síndrome, como señaló el médico, puede haber desgana para seguir asistiendo a la escuela.
El bebé puede encerrarse en sí mismo y enfermarse con más frecuencia. Los caprichos también pueden aparecer en el aula.
En tales situaciones, es necesario comunicarse más con el niño.
Es recomendable discutir no solo las lecciones, sino también los eventos escolares, las relaciones con los compañeros, etc.
Es necesario mostrar la vida académica de forma positiva. Asimismo, las madres y los padres deben mostrar el máximo apoyo y cuidado para que el niño se sienta bien.