En una conversación con un niño, una madre o un padre pueden pronunciar una frase peligrosa.
Estamos hablando de palabras que causan traumas psicológicos a los niños y los devalúan.
Además, los padres no tienen idea de cuán gravemente están dañando a su hijo o hija.
Entonces, ¿qué no debe cocinar un niño o una niña?
"Está bien, simplemente no nos molestes"
¿Su hijo empezó a ponerse histérico en la tienda, exigiendo comprarle un juguete? En tal situación, ¡no le hagas ninguna concesión!
De lo contrario, resultará que el bebé "atrajo" tal o cual cosa. Después de esto, el niño comenzará a utilizar las lágrimas como medio para alcanzar sus objetivos. Será muy difícil reeducar a un niño.
En lugar de decir: "Está bien, te compraremos este juguete, deja de llorar", es mejor decir lo siguiente: "Hasta que no te calmes, ni siquiera hablaremos de esto".
"¡Estás diciendo tonterías!"
A veces los niños sorprenden a sus padres con declaraciones ridículas. Las mamás y los papás deberían tomar esas palabras con calma, porque el niño todavía es pequeño e ingenuo.
No critique a su hijo por no saber o comprender algo. No te rías de él, de lo contrario devaluarás al niño y lo volverás inseguro.
Es mejor explicarle a tu hijo o hija cómo son realmente las cosas.
“Te dejaré en el jardín de infantes”
No asustes al niño. Y no le digas que no volverás a buscarlo ni se lo darás a nadie.
Todos los niños tienen miedo de ser abandonados. Y una frase de los padres fallida puede causar un trauma psicológico grave al niño, cuyas consecuencias se sentirán incluso en la edad adulta.