Muchos niños tienen la mala costumbre de hacer berrinches para obligar a sus padres a hacer algo.
Un ejemplo clásico: un niño empieza a llorar en una tienda, lo que obliga a mamá y papá a comprarle un juguete.
Ese “chantaje” es inaceptable. El bebé debe comprender que las lágrimas y los gritos son malos modos de conseguir determinados objetivos.
¿Cómo conseguir que un niño se comporte con normalidad? Es necesario reaccionar ante la histeria de una manera especial.
La reacción correcta ante la rabieta de un niño.
Los padres deben comprender que con su histeria lo más probable es que el niño esté tratando de poner a mamá y a papá “en apuros”.
Por lo tanto, no se pueden hacer concesiones ante un bebé que llora y grita, de lo contrario el niño o la niña utilizará la técnica psicológica descrita anteriormente con mucha frecuencia.
Debes actuar así: mantener la calma, tener confianza en ti mismo y no reaccionar ante la histeria. No se puede mostrar confusión y mucho menos seguir la “orden” del niño.
Es recomendable alejarse por completo del bebé (sin embargo, es recomendable que el niño aún permanezca a la vista).
Puede volver a discutir tal o cual tema solo después de que el niño deje de estar histérico.
Si siempre sigues esta estrategia, el bebé llegará a la conclusión: “El llanto, los gritos y las emociones no ayudan a conseguir resultados, así que no volveré a hacerlo”.