Todo buen padre cuida de su hijo y lo protege de posibles peligros.
No hay nada malo en eso. Todo lo contrario. Sin embargo, es importante no llevar la situación a una sobreprotección.
Un cuidado excesivo puede hacer que el bebé no desarrolle su independencia.
Un niño o una niña tendrá miedo de realizar alguna acción sin el permiso de mamá o papá.
Para prevenir esto y criar a una persona activa, proactiva y exitosa, es necesario desarrollar la independencia en su hijo o hija.
Para hacer esto, debes seguir tres reglas simples.
Renunciar a las prohibiciones
No es necesario prohibirle todo a su hijo.
¿Quiere salir a caminar? Dale esta oportunidad. ¿Su hijo ha expresado su deseo de participar en la limpieza del apartamento? No rechaces su ayuda.
¿Un niño o una niña quiere probar el ciclismo? No le prohíbas hacer esto: déjalo estudiar. Sí, habrá caídas y hematomas, pero no hay forma de evitarlo.
Por supuesto, no debes permitir que un niño realice acciones peligrosas. Pero no es necesario prohibirle a su hijo que haga algo inofensivo.
Dar el derecho a elegir
Deje que el niño elija qué ponerse hoy. Quizás hoy el bebé quiera ponerse una camiseta roja y le obligues a ponerse una verde.
A primera vista, este punto no es de fundamental importancia. De hecho, el surgimiento del derecho a incluso tomar esa decisión desarrolla la independencia en el niño.
Confíe las tareas del hogar a su hijo
Deja que el bebé se haga responsable de algo en la casa. Por ejemplo, para lavar los platos o limpiar tu habitación.
Con el tiempo, al niño o a la niña se le pueden encomendar tareas más serias.
Este enfoque dará un efecto excelente. En primer lugar, en este caso el niño sentirá que está contribuyendo a mejorar su vida.
En segundo lugar, el bebé se volverá más activo y seguro de sí mismo.