Al quedarse solas con sus hijos, algunas madres no eligen la estrategia de "crianza" más exitosa.
Si un hijo o una hija comienza a portarse mal, entonces la madre comienza a asustar al bebé con el padre.
Se pueden escuchar las siguientes frases: “Le contaré todo a tu papá” y “Cuando tu papá regrese del trabajo, entonces te castigará”.
Esas amenazas deberían abandonarse. Pueden tener un impacto negativo tanto en el niño como en sus padres.
"Retraso" del castigo
Uno de los principios fundamentales de la crianza de un niño es el siguiente: "Los padres deben tomar medidas inmediatamente".
Al amenazar al bebé con su padre, la madre pospone la solución del problema para una fecha posterior.
Y a menudo la amenaza sigue sin realizarse. Como resultado, el niño comienza a sentir impunidad.
El niño deja de obedecer a su madre.
Es posible que el bebé llegue a la siguiente conclusión: solo papá puede resolver el problema.
Quizás en tal situación la madre simplemente deje de ser una autoridad para el niño.
Papá "malvado"
Si la madre amenaza constantemente al niño con el padre, entonces el bebé puede tener la impresión de que el padre es una persona malvada que solo castiga.
Es poco probable que el padre merezca tal "estatus". Además, si es una persona tranquila, siempre dispuesta a comprender la situación.