La cena se puede pasar solo o con familiares.
Es preferible la segunda opción, especialmente si hay un niño en la familia.
Una cena familiar tranquila tiene un efecto muy positivo en un niño o una niña.
Hay al menos tres argumentos a favor de cenar con su hijo.
Una maravillosa tradición
La cena familiar es una gran tradición. Su existencia es un indicador de que la familia es amigable.
Y cuanto más a menudo se reúnan los miembros de la familia, mejor.
Pase tiempo con su hijo
La cena familiar es una gran ocasión para estar cerca de tu bebé.
Desafortunadamente, durante el día, cuando los niños están en la escuela o en la guardería y los padres están en el trabajo, estas reuniones son más difíciles de organizar.
Por supuesto, podrás reunirte con toda la familia los fines de semana. Pero es mejor hacer esto a diario.
Infórmese sobre acontecimientos en la vida del niño.
Después de comer, es poco probable que los padres y los niños abandonen inmediatamente la mesa. Lo más probable es que empiecen a compartir novedades.
Y esto es muy bueno: las madres y los padres aprenden sobre muchos momentos importantes en la vida de sus hijos e hijas.
Una vez que los niños se acostumbren a este tipo de conversaciones, serán mucho más abiertos y honestos con sus padres.