Vale la pena enseñarle a su bebé a realizar tareas sencillas entre 1 y 1,5 años.
Con el tiempo, vale la pena aumentar la cantidad de tareas domésticas. Para ayudar a que este proceso se desarrolle sin problemas, utilice los siguientes consejos.
Elogie a sus hijos e hijas después de que completen una tarea asignada; a los niños les gusta ser buenos, por lo que seguirán dispuestos a ayudar.
No diga malas palabras ni levante la voz si su hijo no quiere limpiar.
En su lugar, explíquele a su bebé lo que quiere y ofrézcase a limpiar juntos: “Por favor, dame ese cubo de allí; quiero que todos los juguetes estén en su lugar”.
Como opción, motiva a tu hijo con algo interesante que harás después de que la casa esté en orden. Puedes invitar a tu pequeño a leer juntos o ir a la playa.
Otra forma de inspirar a los niños a limpiar es desafiarlos a una competencia: "¿Apuesto a que puedo recoger todos los lápices esparcidos más rápido que tú?"
No rehagas la limpieza realizada por el bebé, y no lo regañes bajo ningún concepto, de lo contrario reducirás a nada todos los esfuerzos del bebé.