Si durante un paseo descubre que su bebé tiembla violentamente debido al frío, debe regresar lo antes posible a un apartamento cálido o visitar una cafetería acogedora.
Pero, ¿y si no hubiera un lugar cerca donde calentarse?
Método número 1
Esta opción es adecuada si el niño no tiene mucho frío. Se le pedirá que se desabroche la chaqueta o el abrigo, saque al bebé del cochecito y lo abrace cerca de usted.
Es recomendable volver a abotonarse la ropa o al menos envolverla.
Método número 2
Este método debe utilizarse en situaciones en las que el niño tiene mucho frío. En este caso, vale la pena quitarle la ropa exterior al niño, dejarle solo el tocado y las botas, y presionarlo rápidamente contra su cuerpo debajo de la ropa.
Gracias al calor de tu cuerpo debajo de una chaqueta o jersey, tu bebé se calentará lo más rápido posible. Importante: cuando utilice este método, asegúrese de controlar la respiración de su hijo.