Grigory Leps, que actuó el 15 de octubre en el escenario del Gran Salón Siberia de Krasnoyarsk, se vio obligado a interrumpir el concierto.
La razón fue la linterna más común en el teléfono de uno de sus fanáticos, informa NGS24.RU citando a su lector.
Como dijo la niña, durante la interpretación de la canción “Tomorrow”, el cantante se detuvo repentinamente y señaló con el dedo índice a una mujer que estaba sentada en la primera fila y filmando al artista en su teléfono.
“Límpialo. Límpielo. Quitad la luz”, después de este retiro Leps, sin embargo, continuó cantando.
Los fans del cantante consideraron ofensivo su comportamiento: pagaron mucho dinero (8,5 mil rublos rusos para ser exactos) por un lugar cerca del escenario para estar más cerca de su ídolo.
Además, nadie advirtió al público que estaba prohibido filmar la actuación.
“Fue muy desagradable. Quería levantarme y salir”, compartió una testigo de lo sucedido en la sala de conciertos.
El propio Leps no tiene prisa por poner excusas: después de la actuación, el teléfono del director del concierto del cantante se apagó y él no respondió a los mensajes.