Imagina que estás sentado en el sofá y de repente tu gato se queda paralizado, mirando fijamente al vacío.
No se ve nada inusual, pero sus pupilas están dilatadas, sus orejas están erguidas y su cola se mueve nerviosamente.
¿Qué pasa por su cabeza? Los gatos son criaturas misteriosas, pero su comportamiento está lejos de ser aleatorio.

Se comunican con nosotros todos los días utilizando el lenguaje corporal, sonidos e incluso miradas que a menudo ignoramos. Y si aprendes a leer estas señales, no sólo podrás entender lo que quiere tu mascota, sino también descubrir cómo te percibe.
Empecemos por lo más obvio: el ronroneo. La mayoría de la gente piensa que los gatos ronronean cuando están felices.
¿Pero sabías que también pueden hacerlo por dolor o estrés? Es una forma de auto-consuelo, similar a cómo una persona tararea para sí misma en momentos difíciles.
Si su mascota ronronea, acurrucada en una bola y con las orejas aplastadas, es posible que se sienta incómoda. Pero un ronroneo fuerte con los ojos medio cerrados y el cuerpo alargado es un signo de relajación total.
Los ojos de un gato son una historia aparte. El parpadeo lento se llama "beso de gato". Si tu mascota te mira y cierra suavemente los párpados, está expresando confianza.
Intenta responder de la misma manera: esto fortalecerá vuestra conexión. Pero una mirada directa sin pestañear puede percibirse como una amenaza. Si un gato se aleja, no siempre es por desdén: está demostrando que no quiere un conflicto.
La cola es un verdadero indicador del estado de ánimo. Elevado verticalmente con punta curva: amabilidad y alegría.
Los movimientos bruscos de un lado a otro indican irritación. Y si el pelo de la cola se eriza, la mascota se está preparando para atacar o defenderse.
Pero también hay gestos menos obvios. Por ejemplo, cuando un gato envuelve su cola alrededor de tu mano mientras está sentado a tu lado, es un gesto de afecto, como si te estuviera “abrazando”.
Muchos dueños no se dan cuenta de cómo los gatos usan los olores para comunicarse. Frotar la mejilla contra los muebles o las piernas no es sólo marcar territorio.
Las glándulas de la cara secretan feromonas que crean una sensación de seguridad. Cuando acaricias a un gato y éste inmediatamente empieza a frotarse contra ti, “superpone” tu olor con el suyo, como si dijera: “Esta es mi persona”.
Curiosamente los gatos son capaces de adaptar su comportamiento a nuestro horario. Si tu mascota te despierta temprano en la mañana y duerme durante el día mientras estás en el trabajo, no es una coincidencia.
Se adapta a tu estilo de vida para maximizar tu tiempo de comunicación. Y si esconde juguetes en tus zapatos o en tu bolso, no es una broma: está asociando tu olor con algo agradable.
Otro dato poco conocido: los gatos pueden distinguir las entonaciones de la voz humana. Habla con severidad: comprenderán que eres infeliz, incluso sin palabras. Y un tono alto y afectuoso despierta su interés.
Intente comentar sus acciones: “Ahora vamos a comer” o “Vamos a jugar”: con el tiempo, su mascota comenzará a asociar frases con eventos.
¿Qué se puede hacer para mejorar la comprensión mutua? Observar y repetir. Si el gato parpadea lentamente, parpadea tú también. Si ronronea cuando le rascas detrás de la oreja, recuerda ese lugar.
No fuerces el contacto cuando él se aleja. Y lo más importante, no olvides que incluso los gatos independientes aprecian la atención. Simplemente lo muestran como saben.