Los defensores de las mascotas a menudo reprochan a los dueños de perros y gatos su crueldad hacia ellos, implicando el procedimiento de esterilización o castración.
Como resultado, se ha extendido en la sociedad el mito de que la operación causa dolor y sufrimiento a los animales.
Los expertos disiparon los mitos populares y contaron lo que realmente estaba sucediendo.
Primero, el sufrimiento físico.
Por supuesto, la operación se realiza bajo anestesia y, una vez que la mascota recupera el sentido, se le administran medicamentos especiales que reducen las molestias después de la cirugía y actúan como analgésicos.
En segundo lugar, la necesidad de tener la primera descendencia.
De hecho, se recomienda esterilizar a una gata antes del embarazo porque genera estrés en el cuerpo.
Además, la cirugía realizada en las primeras etapas reduce el riesgo de desarrollar cáncer en gatos en un 30%.
En tercer lugar, sobre los peligros de la anestesia.
Existen riesgos en cualquier operación, no solo en la esterilización o castración.
Y, sin embargo, durante la operación se calcula una dosis segura y se controla el bienestar del animal.
Cuarto, el estilo de vida de las mascotas.
Se cree que si el gato no sale a pasear, se puede prescindir de la cirugía.
De hecho, esterilizar y castrar tiene un efecto positivo en los niveles hormonales de tu mascota y puede prolongar años de vida.
Quinto, problemas para orinar.
Ésta es otra idea errónea que no tiene nada que ver con la castración de gatos.
La urolitiasis es causada por una dieta poco saludable: obesidad y cantidades insuficientes de agua limpia, y no por una cirugía.
Para información
La castración es la extirpación de órganos reproductivos de animales y humanos.