Está científicamente demostrado que los perros perciben bien el habla humana y almacenan hasta varias órdenes en su memoria. Pero esto no significa que entiendan el lenguaje humano.
Pero por alguna razón los adiestradores de perros no aconsejan a los dueños de perros que gruñan a sus mascotas, ni siquiera como broma.
El jefe de la Federación Cinológica de Rusia, Vladimir Golubev, habló en Radio 1 sobre si los perros entienden los ladridos y gruñidos humanos.

Como mínimo, estos intentos pueden asustar al perro o provocarle agresión.
Lo que pasa es que los perros no reaccionan a las palabras, sino a la entonación.
Por lo tanto, en la situación descrita, el perro puede reaccionar de forma impredecible.
El experto también recordó que la mejor forma de comunicación entre una persona y un perro es aquella que le resulta familiar al animal.
Es decir, se deben utilizar comandos previamente aprendidos que el perro conoce, reconoce y ejecuta bien.
Los gritos fuertes y otras reacciones inusuales en una mascota pueden provocar enojo en un perro.
Si las situaciones se repiten constantemente los problemas de conducta no se pueden evitar.
Las órdenes deben darse al perro con una voz tranquila y un tono amigable.