Los gatos han vivido junto a los humanos durante miles de años, pero aún siguen siendo un misterio.
Mucha gente todavía cree que a estas criaturas se les da la capacidad de ver cosas que la gente no conoce y nunca ha visto. Sin embargo, lo que los partidarios de este concepto describen suele calificarse de mito.
¿Qué sienten los gatos?
Su capacidad para percibir enfermedades, cambios climáticos e incluso la proximidad de la muerte está rodeada de mitos.

Sin embargo, las historias sobre mascotas que se acuestan sobre el punto dolorido de su dueño o que maúllan antes de un terremoto tienen explicaciones científicas.
Los gatos pueden detectar los más mínimos cambios en el olor corporal, la temperatura y el comportamiento.
Por ejemplo, en el caso de la oncología o la diabetes, la bioquímica del cuerpo cambia y el agudo sentido del olfato del animal lo registra.
Antes de un ataque epiléptico, una persona puede moverse de forma caótica, asustando a la mascota, que comienza a correr o a maullar fuerte.
Cómo distinguir la intuición de la coincidencia
Si tu gato de repente evita tu compañía, bufa sin motivo o mete persistentemente su hocico en alguna parte determinada del cuerpo, es motivo para acudir al médico.
Por ejemplo, una mujer notó que el gato permanecía constantemente sobre su pecho. Después del examen, se le diagnosticó una mastopatía en etapa temprana.
Los gatos también detectan cambios en la presión atmosférica.
Antes de una tormenta, pueden esconderse o, por el contrario, correr nerviosos por la casa. Algunas mascotas predicen las migrañas de sus dueños: comienzan a ronronear o frotarse la cabeza varias horas antes del ataque.
Pero no te apresures a ver el misticismo en cada acción.
A veces el comportamiento extraño es simplemente estrés o falta de atención. Observa a tu mascota: si las “señales” se repiten y coinciden con tu mala salud, vale la pena pensarlo.
En cualquier caso, los gatos nos enseñan a estar más atentos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea.