Por desgracia, a menudo sucede que su bigote de cola esponjosa favorito se convierte en portador de infecciones y enfermedades peligrosas.
Los gatos también pueden actuar como portadores de enfermedades mortales para los humanos, como la leptospirosis y la rabia.
Para evitar consecuencias tan graves, los expertos recomiendan vacunar a los animales cada año.
También se les recomienda encarecidamente que eviten su deambulación y contacto con sus familiares de la calle.
gusanos
Existe la posibilidad, aunque en menor medida, de “contraer” gusanos de un gato.
Esto es especialmente cierto después de la temporada de verano o para quienes viven en zonas rurales.
Para evitar que esto suceda, es recomendable administrar al animal antihelmínticos para lombrices redondas y simples cada 3-6 meses.
toxoplasma
Un gato puede ser "recompensado" con toxoplasmosis, una enfermedad parasitaria que es especialmente peligrosa para las mujeres embarazadas.
Es igualmente peligroso para las personas con inmunodeficiencia.
Los expertos dicen: los gatos son los huéspedes definitivos de este parásito, que se multiplica en sus cuerpos.
Los huéspedes intermediarios pueden ser personas, pájaros, ganado y roedores.
La infección suele producirse por contacto con la tierra, frutas y verduras sin lavar, carne poco cocida, huevos, así como a través de la saliva y la sangre.
Liquen
Los gatitos suelen ser portadores de tiña.
La fiebre por arañazo de gato es causada por bacterias. Primero, el sitio del rasguño se inflama.
Luego, la infección se propaga a los ganglios linfáticos y la temperatura de la persona aumenta.
En este caso, como medida preventiva, se recomienda cortar o tapar las uñas de los gatos.
Y los rasguños y picaduras deben tratarse con un antiséptico.
Además de todo lo mencionado anteriormente, una persona también puede desarrollar alergia a la saliva y la epidermis de los ronroneos peludos.