¿Tu perro ronca dulcemente sobre la alfombra, pero de repente sus patas empiezan a moverse frenéticamente, como si estuviera corriendo por un campo, y de su pecho se escapan gemidos quejumbrosos?
Te conmueves, pensando que está soñando con perseguir una pelota, pero en realidad, detrás de esos tics puede haber algo grave escondido.
Cuando un perro entra en el sueño REM, su cerebro reproduce los acontecimientos del día: juegos, encuentros con otros animales o incluso momentos de estrés.

Los cachorros, por ejemplo, a menudo “corren” mientras duermen, practicando nuevas habilidades, y los perros adultos pueden revivir conflictos o momentos alegres.
Pero si los movimientos se vuelven bruscos, como si la mascota estuviera convulsionando, o si se despierta con la mirada confusa, ya no es sólo un sueño.
Los problemas neurológicos se manifiestan como convulsiones durante el sueño. Se puede distinguir la norma de la patología por los síntomas que la acompañan: si el perro babea, los ojos se ponen en blanco y el cuerpo está tenso como una cuerda, acuda al veterinario de inmediato.
Pero incluso sin signos alarmantes, los espasmos frecuentes pueden indicar estrés. Por ejemplo, los perros que han experimentado un trauma “recrean” momentos de peligro en sus sueños durante años. Vacaciones ruidosas con fuegos artificiales, peleas en la familia o la aparición de una nueva mascota: todo esto sobrecarga el sistema nervioso.
¿Qué puedo hacer para ayudar? Nunca despiertes a tu perro de forma brusca: puede asustarse y morderte sin darse cuenta de dónde está. Es mejor llamarlo por su nombre suavemente, dándole tiempo para que recupere el sentido común.
Si los calambres reaparecen, revise su dieta: la falta de magnesio y calcio provoca espasmos musculares. Añade requesón, calabaza o aditivos especiales al menú.
Juegue juegos tranquilos antes de acostarse, como buscar golosinas por la casa. Esto aliviará el exceso de energía y preparará el sistema nervioso para el descanso.
Compruebe también si hay fuentes de ruido constante en la casa: el zumbido de un frigorífico o el tictac de un reloj pueden estresar imperceptiblemente a su mascota.
Dato curioso: los perros sueñan con colores, pero su paleta se limita al amarillo y al azul. Pero para ellos lo principal no son los colores, sino los movimientos y los olores. Es por eso que en un sueño un perro a menudo “corre” detrás de un olor familiar en lugar de mirar imágenes.
Y sí, si tu mascota mueve los labios mientras duerme, como si estuviera comiendo, es posible que esté soñando con su golosina favorita. Pero si se queja como si tuviera dolor, no lo ignores. Incluso mientras duerme, un perro puede sentirse incómodo debido a una cama incómoda o a una corriente de aire.