¿Alguna vez te has preguntado por qué tu dictador peludo de repente se convierte en un obstáculo entre tú y la pantalla de tu computadora portátil?
Mientras intentas terminar un informe o mirar memes, el gato se sienta orgulloso en el teclado como si fuera su trono legítimo.
Los científicos no tienen prisa por dar respuestas definitivas, pero los motivos secretos de su mascota ya han sido revelados.

El mito principal es que los gatos buscan calor. Sí, el portátil se calienta, pero ¿no es más cómodo un radiador o un alféizar soleado?
Todo es mucho más astuto. Tu olor, que es absorbido por el equipo, es lo que atrae al gato. Estas criaturas son genios olfativos. Cada vez que tocas el teclado, partículas de tu aroma permanecen en él.
Para un gato, esto es como una señal: “¡El dueño está aquí!” Y ella se apresura a cubrir tu olor con el suyo, marcando su territorio. Al igual que se frotan contra las piernas o los muebles, las mascotas dejan marcas invisibles mediante glándulas en sus caras y patas.
Esto no es amor, sino pura posesividad: “¡Este es mi teclado, mi persona, mi universo!”
Otra razón es tu atención. Los gatos entienden perfectamente que si te acercas a tu portátil, inmediatamente pasarás a ellos.
Aunque sea un grito de “¡¿Cuánto más?!”, para un gato es un diálogo. Los zoopsicólogos lo confirman: los animales aprenden rápidamente a manipular para obtener afecto o jugar. Perciben tus intentos de ahuyentarlos con la mano como una interacción.
¿Qué pasa con los sonidos y el movimiento? Imagínese: las teclas hacen clic, el cursor parpadea en la pantalla: para un depredador es como una minicacería.
Algunos gatos incluso intentan "atrapar" letras o el cursor, confundiéndolos con presas. Y sí, las vibraciones del dispositivo en funcionamiento también son atractivas: se asemejan a un ronroneo o a un latido del corazón, creando la ilusión de seguridad.
¿Cómo puedo recuperar mi computadora portátil? El primer paso es crear “competencia”. Coloca cerca una cama caliente o una caja de cartón cubierta con tu camiseta vieja. Cada vez que tu mascota elija la cama en lugar del teclado, recompénsalo con una golosina.
El segundo paso es hacer que la computadora portátil sea poco atractiva. Ciérrelo cuando no lo use y coloque una hoja de papel de aluminio o cinta adhesiva de doble cara cerca mientras trabaja: los gatos odian estas texturas.
Y recuerda: los gatos son maestros del gesto teatral. Si tu Murzik se vuelve a tumbar sobre el teclado, quizá sólo te esté recordando: “¡Oye, hace tiempo que no me rascas la oreja!”.
A veces, la mejor forma de proteger tu computadora portátil es pasar cinco minutos jugando un juego y luego volver a trabajar. Al fin y al cabo, ¿quién sino ellos nos enseña a valorar los descansos?