Para responder a la pregunta de si se pueden recortar o no los bigotes de un gato, primero hay que averiguar para qué sirven.
El caso es que los bigotes, estas "antenas" o "radares" únicos, crecen a partir de los folículos. Están rodeados de células sensoriales.
Estas células transmiten información, de forma muy parecida a como las puntas de los dedos envían señales al cerebro humano.
¿Por qué un gato necesita bigotes?
Estos pelos ayudan a los animales a identificar objetos sólidos.
Gracias a ellos, los gatos notan las corrientes de aire cuando se mueven, captan olas de calor, así como fluctuaciones en la presión atmosférica y la humedad.
Los bigotes también sirven como guía en la oscuridad, permitiendo a los gatos moverse con seguridad tanto al aire libre como en espacios reducidos, así como al saltar.
Finalmente, los gatos necesitan bigotes para cazar y comunicarse tanto con otros animales como con sus dueños.
Por qué no deberías tocar los bigotes de un gato
Arrancarle los bigotes a un gato es una mala idea. Ni siquiera deberías acariciarlos, porque en esos momentos el gato puede volverse agresivo.
Y aunque recortar los bigotes no causa dolor a la mascota, ya que las terminaciones nerviosas están conectadas al folículo y no al pelo en sí, quitar los bigotes provoca la desorientación del animal.
Y aunque su coordinación y andar siguen siendo los mismos, y el gato puede incluso conservar su agilidad inherente durante el día, por la noche se sentirá menos seguro.
El sentido del olfato tampoco se deteriora, pero si la comida está en el punto ciego (el tercio inferior del hocico), es posible que el gato no la detecte de inmediato.
Por este motivo no se recomienda recortar los bigotes de un gato.