En general, entre los dueños de perros se acepta que las canas en la cara de un animal son un signo de envejecimiento.
Y esto es cierto, en la mayoría de los casos.
Como regla general, la vejez en un perro comienza entre los 7 y 10 años, y en los perros grandes incluso antes.
Si la mascota pertenece a representantes de razas muy grandes (es decir, si su peso alcanza o supera los 41 kg), la vejez puede comenzar a la edad de 5 años.
Pero los perros de razas pequeñas y medianas (su peso no supera los 23 kg), según la Asociación Americana de Veterinaria, se consideran ancianos cuando cumplen 7 años.
Además, los genes influyen en la aparición de las canas: varias razas tienen una predisposición genética a ello.
Pero el hocico puede volverse gris incluso en perros de un año.
Así, los científicos que realizaron un estudio con 400 animales llegaron a la conclusión de que el encanecimiento prematuro es típico de los perros que tienen un alto nivel de ansiedad.
Además, el “grupo de riesgo” incluye perros impulsivos, así como aquellos que temen a los extraños, a los animales y al ruido.
Finalmente, las canas en la cara a veces le indican al dueño del perro que su mascota tiene problemas de salud.
Por ejemplo, las canas tempranas son un signo de hipotiroidismo.
Para asegurarse de que todo esté bien con su mascota, tiene sentido consultar a un veterinario.
