A la hora de elegir un lugar para dormir, muchos gatos empiezan a demostrar una selectividad sorprendente.
Es poco probable que se establezcan donde su dueño los ha colocado cuidadosamente: algunos gatos buscan refugio en el armario, otros se acuestan directamente sobre la almohada, mientras que otros se van a dormir a la alfombra.
Otra parte de los animales elige pasar la noche en la cama, pero no junto a su dueño, sino a sus pies.
¿Por qué hacen esto?
En primer lugar, los gatos se dejan llevar por sus instintos: eligen ese lugar porque es el más seguro.
Desde el borde de la cama, el gato puede observar libremente toda la habitación, incluida la puerta, y reaccionar inmediatamente si detecta algún peligro, salvando su pellejo saliendo corriendo.
En segundo lugar, incluso los gatos más cariñosos valoran su independencia y necesitan espacio personal.
Dormir a tus pies te permite evitar el contacto innecesario con una persona, incluso si es muy querida, pero al mismo tiempo estar cerca todo el tiempo.
El gato también puede estar buscando una fuente de calor y está evaluando tus piernas como un excelente “candidato” para esta posición. Esta es la tercera razón.
En cuarto lugar, nadie discutirá el hecho de que cada persona tiene un olor especial: nuestras mascotas lo encuentran especialmente atractivo. Es por esto que el gato elige el borde de la cama para dormir.
Y en quinto lugar, de esta manera nuestras mascotas demuestran su conexión emocional con el dueño.
Los gatos se sienten seguros cuando están cerca de aquellos que aman y en quienes confían, por eso se tumban a sus pies.
