A menudo sucede que un gato querido comienza a maullar y no detiene la “interpretación vocal”.
Pero sabes con certeza que todas las necesidades de ronroneo están satisfechas.
En este caso, puede suceder una de dos cosas: o el bigotudo peludo “realiza” de esta manera algunos de sus rituales, o tiene problemas de salud.

En primer lugar, debes intentar determinar exactamente cuándo el gato comienza a maullar.
Es posible que con tal comportamiento quiera llamar la atención de los demás sobre algunas de sus acciones.
Quizás el gato comience a maullar por la noche o a exigir comida inmediatamente después de comer.
No hay necesidad de preocuparse. Mantén la calma, así enseñarás a tu animal a seguir las reglas de tu hogar.
Pero a menudo, maullando, un gato intenta buscar ayuda, especialmente si experimenta sensaciones dolorosas.
Por ejemplo, cuando tiene dificultades para orinar o defecar.
Además, el maullido de un animal con cola puede indicar su estado deprimido, ansiedad, indiferencia hacia la comida, etc.
En tales casos, se recomienda contactar a un veterinario.
Por cierto. Si tu gato suele maullar fuerte pero de repente deja de vocalizar, tampoco lo ignores.