Si bañas a tu gato o perro regularmente una vez al mes, debes saber que para la mayoría de perros y gatos esto es una tortura.
Su piel carece de una capa grasa protectora, por lo que el lavado frecuente provoca dermatitis.
No use champú más de una vez cada 3 meses y limpie el pelaje con toallitas húmedas entre baños.

Pero lo principal es la técnica. ¡Nunca te eches agua en la cabeza! Los oídos y los ojos son los lugares más vulnerables. Mojar el cuerpo, aplicar champú en la espalda y hacer espuma en la dirección del crecimiento del vello. Para los gatos, utilice un champú seco elaborado a base de avena: frótelo y cepille para eliminar la suciedad.
Y si tu mascota tiene miedo al agua, acostúmbralo al sonido de la lluvia. Reproduzca la grabación a bajo volumen durante el juego y la alimentación.
Aumente gradualmente el tiempo hasta que el miedo desaparezca. Y nunca seques tu cabello con un secador de pelo: el ruido es traumático para la psique. Es mejor envolverlo en una toalla y mantenerlo caliente.
Pero el baño no es sólo una cuestión de higiene. Para perros con problemas de piel, utilice champús que contengan clorhexidina.
Y lava a los gatos de pelo largo con acondicionador para evitar que su pelaje se enrede. Después de los procedimientos con agua, revise sus oídos: si entra agua, límpielos con un algodón con miramistina.
Y recuerda: algunas razas no necesitan bañarse en absoluto. Los gatos siameses y los basenjis se acicalan solos, mientras que los perros como los huskies solo requieren cepillado.
No imponga estándares humanos de limpieza a sus mascotas: su salud es más importante.
Los expertos aconsejan a los nuevos propietarios de perros o gatos que elijan el champú junto con un veterinario, así como el alimento para mascotas.
A la hora de elegir un producto de cuidado, es necesario tener en cuenta la edad del animal, su dieta, posibles enfermedades y características de la raza.
Y para que el pelaje y la piel de su mascota estén saludables, es necesario seguir un enfoque integral en el cuidado del animal.