¿Estás seguro de que estás alimentando y paseando a tu perro correctamente? Incluso los propietarios más experimentados a menudo pasan por alto pequeños detalles mortales.
Errores comunes
Por ejemplo, el hábito de darle huesos de la mesa al perro puede provocarle una perforación intestinal.
Los huesos de pollo y pescado se rompen en fragmentos afilados que cortan los órganos internos.
Pero eso no es todo. Muchas personas compran collares antiladridos sin darse cuenta de que provocan quemaduras y traumas psicológicos.
Caminar en invierno puede dañar las almohadillas de las patas debido a la sal y otros productos químicos utilizados para tratar caminos y aceras.
¿Sabías que algunas plantas de interior son venenosas para los perros? El aloe, la dieffenbachia e incluso los tulipanes comunes provocan intoxicaciones. Si su perro mastica flores, muévalas inmediatamente a los estantes superiores.
¡Y nunca dejes comida en el recipiente todo el día! Los perros deben comer en porciones, de lo contrario el riesgo de torsión gástrica se triplica. Esto es especialmente cierto para las razas grandes.
Pero el principal peligro es el agua. Un recipiente con agua estancada se convierte en un caldo de cultivo para las bacterias. Lávalo con soda todos los días y llénalo con agua filtrada.
Y si tu perro bebe de los charcos, compra inmediatamente una fuente para beber: el agua corriente atrae a los animales y reduce el riesgo de contraer leptospirosis.
Los peligros no sólo acechan en casa. Los paseos por el parque pueden convertirse en un desastre si su mascota recoge plantas venenosas, como la belladona o la dedalera.
Asegúrese de que su perro no mastique hierba cerca de las carreteras, ya que allí se acumulan metales pesados.
¡Y nunca ignores las vacunas! Incluso si su perro no socializa con otros perros, virus como el moquillo o el parvovirus pueden ingresar a su casa a través de los zapatos.
Visite a su veterinario una vez al año para verificar si tiene gusanos del corazón, que se transmiten por picaduras de mosquitos y son mortales.
Y si notas que tu perro está letárgico, pierde peso o tose, hazle una prueba inmediatamente.
Cuando se trata de nutrición, olvídese del mito de que los perros solo necesitan carne. Necesitan verduras, cereales y vitaminas.
Pero no todos los productos son seguros: el chocolate, las uvas y las cebollas provocan intoxicaciones.
Prepare su propia comida o elija alimentos etiquetados como “holísticos”: no contienen ningún aditivo químico.
Y recuerda: la sobrealimentación es tan peligrosa como la inanición. La obesidad acorta la vida de una mascota entre 2 y 3 años.