Los gatos, que durante mucho tiempo han sido llevados a las casas no para cazar ratones sino por placer, a veces se convierten en una fuente de problemas.
El mal carácter del animal y sus ambiciones personales hacen que su estancia en casa sea sencillamente insoportable.
Después de esto, los dueños involuntariamente buscan pantuflas, escobas y otros instrumentos de represalia, lo que debería traer algo de sentido común y controlar a la presuntuosa mascota.
Pero los expertos insisten en que es imposible castigar a los gatos, que este camino conduce a un callejón sin salida y que sólo se puede influir en el comportamiento de los animales con la voz.
Intentemos descubrir cuál es el castigo que conlleva para el dueño un gato doméstico.
En primer lugar, eficiencia cero
Sólo aquellas mascotas que fueron sorprendidas en el lugar del "crimen" pueden ser castigadas o inculcadas con algo.
Cuanto más tiempo pase desde ese momento, menos inteligible será la conversación.
Los gatos traviesos simplemente no entienden por qué los golpearon.
En segundo lugar, relaciones dañadas.
Cuanto más estricto sea el dueño con el gato, menos probabilidades habrá de que se lleve bien con la mascota en el futuro.
Más bien, el gato simplemente evitará a la persona.
No se acercará a sus brazos y ni siquiera comerá hasta que la persona se aleje del plato de comida.
Por lo general, la presencia de un dueño estricto y despótico provoca malestar en un gato.
En tercer lugar, el comportamiento de la mascota.
Aunque los expertos dicen que los gatos no son propensos a la venganza, los dueños de mascotas tienen un punto de vista diferente al respecto.
Cualquiera que alguna vez haya usado ropa mojada por una mascota probablemente no querrá volver a estropear su relación con él.
La mayoría de las veces, son los conflictos humanos los que causan tales desviaciones, así como una bandeja sucia y hormonas.