Existe mucho debate entre los dueños de gatos sobre si sus mascotas peludas necesitan bañarse.
Las dudas surgen porque estos animales son muy limpios y dedican mucho tiempo a arreglarse.
Los veterinarios están seguros: debido a que el cuerpo de los gatos se mantiene limpio de forma natural, no necesitan bañarse con frecuencia.
Es cierto que todavía hay situaciones en las que este procedimiento no se puede evitar, por ejemplo, si la mascota ha contraído pulgas o se ha manchado el pelaje con tierra.
Según las recomendaciones de los expertos, un gato no debe bañarse más de una o dos veces al año, ya que los procedimientos con agua demasiado frecuentes pueden resecar la piel del animal y privarlo de su protección natural en forma de una película grasa que protege el pelaje y piel de influencias externas.
Durante un procedimiento tan importante, utilice un champú humectante especial destinado a animales.
Estos productos están diseñados para mantener el equilibrio de humedad de la piel y protegerla de la irritación.
Para reducir la necesidad de bañar a tu gato, cepilla su pelaje con regularidad; de esta forma podrás combatir la suciedad y la caída del pelo.
Al cepillar a tu gato, muévete en la dirección del crecimiento del pelo, pasando gradualmente de una zona a otra. Esto no sólo hará que su mascota luzca más arreglada, sino que también reducirá el estrés asociado con el baño.