¿Tu gato te despierta al amanecer lamiéndose las mejillas con fuerza, como si decidiera darte una paliza sin pedirlo? Crees que es ternura, pero en realidad hay decenas de secretos felinos escondidos detrás de este comportamiento.
Por ejemplo, ¿sabías que un gato que te lame la cara puede considerarse el líder de tu “manada”? En la naturaleza, los gatos mayores lamen a los más jóvenes para demostrar su dominio.
Cuando tu mascota te lame la frente o la nariz, no solo te está mostrando afecto: te está recordando quién manda. Pero esto es sólo la punta del iceberg.

A los gatos también les encanta el sabor de la sal que sale de su sudor, especialmente después de hacer ejercicio. Para ellos es un manjar que no pueden perderse.
También se sienten restos de crema, leche o incluso rastros de lágrimas: todo esto puede causar un "lavado" persistente.
¿Pero qué pasa si tu gato te lame con demasiada agresividad, dejándote arañazos? Ya no es un gesto de dominio, sino una señal de estrés. Por ejemplo, una mudanza, la llegada de un nuevo miembro a la familia o incluso el olor de otro gato fuera de la ventana pueden provocar que la mascota se lama por ansiedad.
En estos casos, el gato se centra en ti como fuente de seguridad, intentando recuperar el control de la situación. Si notas que tu mascota se ha vuelto dependiente, revisa si hay algún cambio en la casa que le asuste: objetos nuevos, ruidos fuertes o incluso reorganización de los muebles.
¿Cómo destetar a un gato de un hábito si cruza todos los límites? La primera regla es nunca gritarle ni empujarla bruscamente. Esto provocará agresión o resentimiento.
En lugar de eso, levántese con cuidado y salga de la habitación, rompiendo el ciclo de atención. El gato comprenderá poco a poco que después de lamerte desapareces y comenzará a buscar otras formas de interactuar.
El segundo secreto es la redirección de la energía. Tenga a mano un juguete de plumas o una bola de hierba gatera. Tan pronto como el gato comience a lamerse, ofrézcale un juego. Esto satisfará su necesidad de actividad y la distraerá de tu cara.
También hay razones médicas. Si tu gato de repente comienza a lamerte el pelo, las manos o incluso la ropa, es posible que no esté recibiendo suficiente humedad en su dieta. La comida seca a menudo provoca sed en los gatos y algunos gatos, en lugar de beber agua, buscan fuentes alternativas: por ejemplo, su sudor. Intente agregar comida húmeda al menú o colocar un recipiente con agua en un lugar inesperado (a los gatos les encanta beber de vasos altos o acuarios).
Otro problema oculto es el dolor de muelas. Si tu mascota te lame pero evita los alimentos sólidos, llévalo al veterinario. Una inflamación de las encías o un diente roto pueden obligarla a buscar consuelo en rituales extraños.
¿Qué pasa si el gato no sólo te lame a ti, sino también muebles, paredes o sus propias patas? Esto ya es un signo de comportamiento obsesivo que requiere intervención. Estas acciones suelen estar asociadas al aburrimiento o a la falta de estimulación. Compre una estructura de juego de varios niveles, instale un comedero para pájaros junto a la ventana o esconda golosinas en la casa: esto mantendrá a su gato ocupado durante mucho tiempo.
Y recuerda: los gatos son criaturas de hábitos. Si juegas con tu mascota a la misma hora todos los días, su energía se dirigirá en una dirección pacífica y tu rostro permanecerá intacto.