Si su gato deambula libremente afuera, no es necesario que le corten las uñas. Por el contrario, sus garras afiladas la ayudan a trepar a los árboles, defenderse de los agresores, etc.
Además, los animales tienen glándulas especiales en las garras: los gatos las utilizan cuando quieren marcar su territorio.
Pero los gatos domésticos a veces pueden tener problemas para desgastar sus garras; las superficies blandas no ayudan en absoluto, por lo que hay que instalar postes especiales para rascar en casa o sacar a las mascotas a pasear al aire libre.

¿Necesito cortarle las garras a mi gato?
Impulsados por un instinto natural, los gatos desgastan las puntas de sus garras en superficies duras. Los animales jóvenes y los pequeños gatitos activos hacen frente con éxito a esta tarea.
Pero en la vejez a los gatos no les resulta tan fácil hacer esto, por lo que esta responsabilidad pasa a su dueño, y si no tiene las habilidades necesarias, a un peluquero o veterinario.
Cómo saber cuándo es el momento de cortarse las uñas
Recorta las garras de tu gato cuando se vuelvan largas, curvas y afiladas.
Señales como los arañazos que dejan las mascotas en el suelo, mantas y otras superficies por donde ha pasado el gato te ayudarán a entender que ha llegado el momento.
Las garras deben recortarse cuando se noten en las patas mientras el gato simplemente descansa y se acuesta.
Si mientras corres escuchas el ligero sonido de las garras en el suelo o en el camino, o si al gato le resulta difícil lamerse las patas, también es el momento de coger el cortaúñas.
El tiempo entre cortes depende del nivel de actividad del gato y de su capacidad para desgastar sus garras por sí solo.
La mayoría de los gatos necesitan que les corten las uñas cada 2 o 3 semanas.