Las picaduras de pulgas causan sufrimiento a los animales: provocan dolor, picazón intensa y, en algunos casos, reacciones alérgicas.
Pero eso no es todo: estos parásitos son capaces de transmitir una amplia variedad de enfermedades que son peligrosas no sólo para las mascotas, sino también para sus dueños.
Incluso una mascota que nunca sale del apartamento puede infectarse con pulgas.
La forma más sencilla y efectiva de combatir a los “chupasangre” es utilizar un collar antipulgas.
Lo principal es colocárselo correctamente a tu mascota.
Por regla general, las instrucciones detalladas sobre cómo utilizar este “accesorio” se pueden encontrar en el embalaje del producto.
Generalmente se indica que debes desempaquetar el collar justo antes de ponérselo a tu gato o perro.
La cinta de polímero debe desenrollarse y estirarse si es necesario.
Envuélvalo alrededor del cuello del animal de modo que haya algo de espacio entre el collar y el cuerpo de la mascota.
Si compraste un collar para un gato o un perro pequeño, entonces debería caber un dedo, y para un perro mediano o grande, dos dedos.
Ya solo queda cerrar el broche dejando unos 2-2,5 cm de extremo libre y cortar el sobrante con unas tijeras.
Después de haber hecho todo, no olvides lavarte las manos con jabón.
