Se considera que los gatos son animales arrogantes que no pueden apegarse verdaderamente a su dueño.
Pero esto es sólo un estereotipo. De hecho, un ronroneo puede enamorar a una persona.
Es posible que desde hace mucho tiempo te hayas convertido en objeto de adoración para tu amigo de cuatro patas.
Pero ¿cómo podemos entender esto? Hay varias pruebas.
El gato duerme al lado de su dueño
Si un perro peludo duerme junto a su dueño, esto significa solo una cosa: la mascota realmente confía en su dueño.
Un gato no elegirá un lugar para dormir que considere potencialmente peligroso.
Gato lame dueño
Si tu amigo de cuatro patas te lame las manos a menudo, entonces puedes alegrarte: la mascota te considera "uno de los suyos".
Quizás tu amigo de cuatro patas esté intentando mostrarse preocupado por ti: no olvides que los gatos suelen lamer a sus gatitos.
El gato frota su cabeza contra su dueño.
¿El ronroneo te roza los brazos, las piernas, la cara? Así es como la mascota intenta “marcar” a la persona y “compartir” su olor con ella.
Esta es una buena señal: el animal definitivamente no considera a su dueño un "extraño".