¿Estás acariciando a tu gato y de repente te muerde y sale corriendo? ¿Tu perro muerde constantemente tus zapatos, a pesar de que tiene muchos juguetes?
Quizás tu mascota no se esté portando mal en absoluto, sino que esté intentando decir: “¡Amo, lo estás haciendo todo mal!”
Por ejemplo, lo alimentas estrictamente en un horario, pero viertes la comida en un recipiente sucio.
Imagínate que te sirvieran el almuerzo todos los días en un plato que no hubiera sido lavado durante una semana. Las mascotas también valoran la limpieza, sólo que no pueden pedirla.
O bien otro punto: compras comida cara, pero olvidas que el animal siempre debe tener agua fresca.
Esto es especialmente crítico para los gatos, que son propensos a la litiasis urinaria.
Y muchos propietarios ignoran la necesidad de “espacio personal” para su mascota.
Poner la cama en un lugar de paso por donde pasa todo el mundo o al lado de un televisor ruidoso es una mala idea.
El animal estará nervioso, porque, al igual que tú, necesita un lugar donde esconderse y descansar.
El error más peligroso es “¡él no se queja!” Los animales son pacientes y a menudo sufren el dolor en silencio.
Si el perro ha dejado de saltar en el sofá y el gato duerme más de lo habitual, no se trata de pereza, sino de una posible señal de problemas de salud.
No esperes hasta que tu mascota empiece a cojear o a negarse a comer: es mejor llevarlo nuevamente al veterinario.
Después de todo, uno no espera hasta que el dolor de muelas se vuelva insoportable para ir al médico, ¿verdad?
