Cómo ayudar a un perro de refugio a adaptarse a una nueva familia: esto es algo de lo que no se habla habitualmente

27.02.2025 17:33

Las historias de animales de los refugios pueden ser felices si los futuros propietarios tienen en cuenta algunos puntos menos obvios.

La primera regla es no tener reuniones ruidosas. Un perro sacado de los confines familiares de un refugio puede asustarse incluso ante los gritos alegres de los niños o los abrazos persistentes.

Imagínate que de repente te transportas a un mundo desconocido. Se necesita tiempo para darse cuenta de que aquí es seguro.

Perro
Foto: © Belnovosti

El escenario ideal es una introducción tranquila a la casa.

Una cama en un rincón de la habitación, cuencos con agua y comida, un juguete: eso es suficiente. Es mejor posponer incluso el baño por un par de días a menos que haya una necesidad urgente.

En el refugio los perros son alimentados con una comida específica. Un cambio repentino en la dieta causará estrés.

Durante la primera semana, mantén tu menú habitual, incluso si parece que “la comida casera es más sana”.

Las golosinas son el arma secreta. Un cubito de queso después de un paseo, un trozo de manzana por seguir una orden: así aprende un perro a confiar.

La negativa a comer durante más de un día, los temblores, los intentos de esconderse en el rincón más oscuro son señales alarmantes. No te hagas el héroe: llama a los dueños anteriores, que saben todo sobre el carácter del perro y te dirán qué hacer.

Si ya hay mascotas en la casa, se recomienda realizar “citas” en territorio neutral.

Los gatos silban y los perros gruñen: esto es normal. Lo principal es no castigarlos por sus emociones.

Y recuerda: los perros de refugio nos enseñan a tener paciencia, por lo que están dispuestos a dar lo más preciado que tienen: su amor.

Elena Shimanovskaya Autor: Elena Shimanovskaya Editor de recursos de Internet.


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