¿Tu amigo peludo ha elegido una alfombra en lugar de una caja de arena? ¡No te rindas!
Te contamos cómo recuperar el interés perdido por la caja de arena y ganar esta batalla por el territorio.
Mantén tu alfombra limpia
¿Notó un charco o una pila en la alfombra? Comience a limpiar el área inmediatamente. Para deshacerse del olor, compre productos especiales que neutralicen el "aroma" del gato.
Haz que la alfombra no sea atractiva para el gato.
Para mantener a su gato alejado de su alfombra favorita, aplique temporalmente cinta adhesiva de doble cara en las áreas problemáticas. Otra opción es dejar aquí juguetes para gatos o colocar cuencos con agua y comida.
Consigue una bandeja cómoda
Además de que el baño debe ser cómodo para el gato, también debe estar ubicado en un lugar tranquilo. Si el gato aún se niega a visitar la caja de arena, intente cambiar la arena; en última instancia, elija la que más le guste a su mascota.
Utilice refuerzo positivo
Cada vez que tu gato utilice la caja de arena según lo previsto, felicítalo y dale un premio. Pero no debes castigar a un animal por sus errores.
Si todo lo anterior no ayuda y el problema persiste, vale la pena buscar el consejo de un veterinario, quien podrá descartar o confirmar problemas médicos.