Si eres dueño de un gato y estás considerando esterilizar a tu mascota, es posible que te hayas topado con la recomendación de que la gata debe dar a luz antes de someterse a este procedimiento.
Eso dicen los veterinarios sin escrúpulos.
¿Cuáles son sus beneficios? Es muy sencillo: esterilizar a un animal que ya ha parido es mucho más fácil porque sus órganos aumentan de tamaño.
Pero la gata en sí no tiene por qué pasar por el embarazo y el parto.
Estas condiciones desgastan el organismo y suponen un riesgo para la vida y la salud del animal, y en ocasiones conducen a una exacerbación de enfermedades crónicas.
Sin embargo, la esterilización temprana tiene otras ventajas: se ha descubierto que reduce el riesgo de cáncer de mama y la operación en sí es más fácil de tolerar para las gatas jóvenes.
Algunos defensores de la esterilización de gatos después del nacimiento argumentan que quieren darles la oportunidad de experimentar las alegrías de la maternidad.
De hecho, incluso si tratas a tu mascota como a una persona, ella todavía se guía por sus instintos, por lo que el gato no sufrirá mucho si no tiene hijos.