Cuando un perro ladra cuando no hay nadie en la habitación, en la puerta o en cualquier otro lugar donde no haya motivo visible de preocupación, surge la pregunta: ¿está alucinando o se está comunicando con seres de otros mundos?
Representantes del American Kennel Club (AKC) intentaron encontrar una explicación a este fenómeno.
Concluyeron que, muy probablemente, esos ladridos no son involuntarios: las personas simplemente no pueden percibir señales visuales, auditivas u olfativas que son obvias para un perro.
Por lo tanto, un perro puede responder a la sirena de un coche distante u otro ruido que una persona a su lado no pueda oír.
Por la noche, cuando el nivel de ruido ambiental disminuye, la mascota puede escuchar mejor los aullidos y ladridos de otros perros.
Nuestros amigos de cuatro patas están dotados no sólo de un excelente oído, sino también de una visión: en la oscuridad ven mucho mejor que las personas.
Cuando un perro parece inquieto en un jardín vacío por la noche, es probable que algo esté llamando su atención, como un animal salvaje, una hoja caída o un extraño acechando entre los arbustos.
Sin embargo, los perros ladran no sólo por la intensificación de sus sentidos: a veces el ladrido es causado por aburrimiento o por un intento de atraer la atención de su dueño.
