Normalmente la gente elige una mascota en función de su carácter, hábitos y estilo de vida. Pero quienes eligen gatos deben saber que no a todas las personas les gustan estos animales.
Hay varias categorías de personas que causan malestar en los gatos.
Los expertos nos dijeron qué personas no gustan especialmente a los gatos y a los gatos.
En primer lugar, ruidoso e inquieto.
Incluso los gatos jóvenes y juguetones aprecian un ambiente tranquilo.
Por eso, en los hogares de personas para las que el ruido y el bullicio constante es algo habitual, los gatos se sentirán nerviosos.
En segundo lugar, gente grosera.
A los gatos no les gustan los tratos groseros y también reaccionan sutilmente a la situación emocional.
Por eso, en los hogares de personas propensas a la agresión y a actos violentos, los gatos viven con miedo, malestar y estrés constante. Esto significa que las mascotas evitarán al dueño.
Además, al gato no le gustará que su espacio personal sea violado constantemente.
En tercer lugar, los olores.
Al igual que los perros, los gatos tienen un sentido del olfato desarrollado. Y si una persona emana un fuerte olor a perfume, cigarrillos u otros aromas, el gato puede volver a sentir malestar.
Cuarto, gente impredecible.
La principal cualidad que todas las mascotas valoran en las personas es la previsibilidad.
Si una persona tiene un carácter complejo o simplemente está desequilibrada, entonces el gato puede volver a desarrollar estrés.
Todas estas cualidades hay que tenerlas en cuenta a la hora de elegir no sólo un gato, sino también otra mascota.