De hecho, hay glándulas sudoríparas en el cuerpo de un gato, aunque su número es muy pequeño.
Una parte importante de ellos están en las patas, por lo que habrás notado que el gato deja huellas mojadas en el suelo.
Es cierto que los animales no necesitan sudor para enfriar sus patas: las hidrata y las protege de las grietas.
Cómo afrontan los gatos el calor
Así que hemos descubierto que el sudor no es lo que ayuda a las mascotas a sobrevivir al calor. ¿Cómo soportan las altas temperaturas?
Para empezar, cabe mencionar que los gatos cuentan con una excelente conductividad térmica, lo que les permite enfriarse o calentarse como resultado del contacto con objetos de diferente temperatura.
Además, los gatos compensan pequeñas cantidades de sudor con saliva. Al lamerse, nuestras mascotas se cubren de una capa de saliva. Cuando el líquido se evapora, el cuerpo se enfría.
Finalmente, el pelaje de gato puede considerarse una especie de termostato que elimina el exceso de calor del cuerpo, por lo que nunca se debe cortar a los gatos.
Si quieres ayudar a tu mascota, empieza a cepillarlo: así no tendrá que cargar con cargas adicionales y tu hogar estará más limpio.