No se trata sólo de los gatos: a los perros tampoco les importa masticar plantas de interior o agarrar un poco de hierba mientras caminan.
Esto es bastante normal en el caso de las mascotas, a menos, por supuesto, que estemos hablando de plantas que supongan una amenaza para la salud del animal.
La idea de que los propios perros y gatos sepan lo que es bueno y lo que es malo para ellos no resiste las críticas, afirman los expertos.
Por lo tanto, los animales a menudo invaden plantas de interior que les resultan tóxicas. ¿Por qué hacen esto?
Razones
Básicamente, los perros y gatos empiezan a comer hierba si les faltan vitaminas o tienen problemas digestivos.
También podría deberse al juego o al instinto de caza.
Plantas toxicas
1. Filodendros: estas plantas causan calambres, dolor e hinchazón en los gatos.
2. Spathiphyllum: en gatos y perros puede provocar diarrea, vómitos, pérdida de apetito y otras dolencias.
3. Kalanchoe: provoca inflamación de la lengua, membranas mucosas y otros problemas de la cavidad bucal.
4. Aloe – provoca intoxicación alimentaria.
5. Dieffenbachia: provoca quemaduras y problemas respiratorios.
Además, el geranio, así como la hortensia, el ficus, la begonia y la sansevieria, pueden provocar una serie de efectos secundarios.