Es una creencia común que un perro necesita un dueño estricto o incluso enojado.
Se cree que es poco probable que una persona bondadosa y discreta pueda hacer que su perro sea obediente.
¿Es esto cierto? ¿La falta de ira y el deseo de mandar del dueño realmente llevarán a que la mascota se vuelva obstinada?
¿O la bondad todavía no impedirá que una persona críe un perro que siga todas las órdenes y demuestre un comportamiento ideal?
¿Un perro necesita un dueño dominante?
No, contrariamente a la creencia popular, el perro no necesita ese dueño en absoluto.
El caso es que la crianza de un perro debe basarse en el respeto y la confianza, y no en la intimidación y el castigo físico.
Sí, un perro que está constantemente en un estado de miedo puede volverse obediente, ya que tendrá miedo de su cruel dueño.
Pero este método de educación representa un gran peligro para el animal.
El dueño de una mascota no tiene por qué ser una persona cruel. Pero se necesita integridad, carácter fuerte, coherencia y la capacidad de seguir un horario.
Basta con crear un sistema de prohibiciones que el perro comprenda. Asegúrese de que el perro tenga claro inmediatamente qué acciones por su parte son indeseables y cuáles son aceptables o incluso obligatorias.
Premia a tu animal por su buen comportamiento. Pero no mimes a tu mascota.
Nunca castigues así a tu perro, olvídate del castigo físico.
Siga siempre el plan de entrenamiento, no vaya más allá de los límites establecidos y el perro se volverá obediente. Y no hay necesidad de crueldad.