A las garrapatas no les importa a quién muerden: a los perros o a sus dueños. Pero si no es tan difícil detectar un insecto en el cuerpo humano, entonces con los perros la situación es diferente.
Al mismo tiempo, las garrapatas siguen siendo igualmente peligrosas tanto para las personas como para los animales.
Los dueños atentos examinan a los perros después de cada paseo, desde principios de primavera hasta la primera helada.
No es tan fácil detectar garrapatas en pelaje grueso, por lo que se recomienda realizar tratamientos, vacunar a los animales y utilizar productos antiparasitarios. Pero eso no es todo.
Es importante saber qué errores no se deben cometer al detectar una garrapata.
Consejos para criadores de perros
1. Comienzan a examinar al animal desde la cabeza, palpan los pliegues de la piel y peinan el pelaje con un cepillo.
2. Después de quitar la garrapata, controle cuidadosamente el estado de la mascota; la debilidad, el letargo y la pérdida de apetito deberían alertarlo.
Además, pueden producirse malestar estomacal, vómitos, dificultad para respirar y otros síntomas, tras los cuales se debe consultar a un médico.
3. Una vez que encuentre una garrapata, no la retire con las manos desnudas ni la apriete con pinzas u otras herramientas.
El insecto se retuerce colocando un bucle de hilo sobre su cabeza en el lugar mismo de la picadura y se retuerce en la dirección opuesta.
O se utilizan dispositivos especiales.
Errores
1. No dejes la cabeza de la garrapata en la herida. Puede quitarlo con unas pinzas o una aguja después de una desinfección preliminar.
2. No trate la garrapata con aceite u otras sustancias aromáticas e irritantes; debido a ellas, se asfixia y arroja más saliva a la herida.
3. No se puede esperar que una garrapata, después de haber bebido sangre, se caiga por sí sola. Cuanto más tiempo permanezca en el cuerpo del perro, más daño puede causarle.
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